16 mar 2011

“Tu mirada”




Fue como una aventura cruzarme en tu mirada,
casi sin pensar, te entregue el corazón y desnude el alma.
Asomaste tu corazón y en un destello de tu amor,
dibujaste un nuevo cielo.
Probé el vino de tus labios,
mis manos se arredraron en tu pelo
y sin saber como o cuando,
pusimos a danzar el corazón,
cadera y cadera la danza del fuego.

Dejas tus huellas, marcas de pasión en mi piel,
cambias mi universo,
saltan tus besos, de mi boca a mi cuello,
como en un rito, te invoca mi deseo,
como un temporal, arrasas mi pasión.
Vestida de noche llegaste rompiendo
el espejo, donde deje reflejada
mi oscura vanidad.

Donde estés te buscare,
enigmática mujer,
ya no puedo renunciar
y no quiero escapar de tu forma de amar.
Esta aventura que empezó con tu mirada,
es la lluvia que limpia el corazón,
me alimenta el alma.
Tus besos, me han dado un nuevo aliento,
colores que pintan nuestro cielo.



“Consumido en el Infierno”





Cómo duelen las noches,
aun después de tanto tiempo.
Me siguen faltando tus besos
cómo duele pensar en ti
y quedar consumido en el infierno,
cuando en mi cama me mata el deseo

No encuentro la formula,
que me pueda liberar,
Como dejar de sentir amor
si aun vives en mi corazón,
como si fuera la primera vez,
como si aun estuvieras aquí.





Que puedo hacer ,
para desatar las horas,
si mientras más me alejo
por el camino,
más me atas a tu cuerpo.
Como conjugar el recuerdo,
sin que el pasado me grite
que es un verbo en soledad.

Los sentidos se resisten a olvidar,
el perfume de tu piel,
el sabor de tu boca, tu forma de amar.
Es tan difícil sostenerme,
en este tiempo
si estoy muriendo
lentamente desde tu partida.




Cuando te fuiste me quede vacio,
solo puedo pensar
en el amor que un día compartimos
nuestros sueños, los besos que nos dimos,
se van cubriendo de espeso olvido
y dudo a veces si fue bueno
todo lo que nos toco vivir.

Que puedo hacer con estas caricias,
que siento en la piel
espectros de que un día te amé.
De tanta alegría
hoy solo quedan cenizas,
del fuego que fue nuestro amor
solo queda el dolor amargo de un adiós.






“Amor en tu piel”



No hay que preguntar
Las cosas pasan sin saber el por que?
Se que he vivido al margen,
de lo que el mundo llama lo correcto.
No hay que preguntar
Porque me faltan respuestas que dar,
prefiero guardar silencio
y no llorar los recuerdos.
No diré que estuvo mal,
en los caminos recorridos
de todo aprendí,
conocí el amor y sufrí en desamor,
pero debo asumir que ambas disfrute.
La vida tiene esos extraños giros,
que nos llevan al principio del amor
o al final de mi perdición.
La distancia no importa si tu estas aquí,
para caminar entre las estrellas,
para conversar frente al mar,
para enseñarme que hay amor,
para decirte al oído un poema seductor.
y pienso
como en la ausencia de tu boca
no morí de sed,
pero tengo la certeza
que grabe mi nombre entre tus pechos.
Y seré
lo que tú me pidas, si me dejas hacerte feliz
quiero que escribas tu historia conmigo,
quiero escribir un poema de amor en tu piel.

“La historia que vivimos”




No te debo más de lo que recibí,
muchas aguas se agitaron
y mi amor esta envenenado,
corroído por el mal gusto
y tu exceso de orgullo,
solo queda ignorarnos
sin luto y en silencio…

No llevo nada conmigo,
nunca fui un delincuente
y tú nos has sido ultrajada.
Desde un tiempo a esta parte
el amor fue una guerra insultante,
de la que hicimos nuestra forma de vivir.


Ya no queda nada por decir
están, demás tus comentarios.
El amor es un sentimiento
que hay que compartir,
nunca fue una obligación
para asumir.

En nuestra cama, la llama se extinguió,
llegada la mañana, tu te bañabas
yo de ropa me cambiaba,
más de los que no hacia falta
ni siquiera, migajas en las sabanas…

"Bajo tu piel"





Mi cuerpo se estremeció,
oculte la mirada
tratando de escapar
de tus ojos.
Mis pasos me llevaban,
en otra dirección
y tu andar te guiaba
frente a mí.

Los ojos se cruzaron
con nostalgia.
Brillo la chispa oportuna
y el corazón
volvió a palpitar.
Y el amor me dijo
al oído.
Me puedes esconder,
pero siempre me llevaras
bajo tu piel.

Levante mi penar,
dispuesto a darle
la cara aquel mezquino.
Si amor hubo alguna vez
hoy solo de dolor viviré.




El recuerdo de sus manos,
la piel lastima.
Tendría el valor de besar
sus labios,
mas mi boca no olvida
que otros besos
la han amado…

Pero estabas ahí,
parada frente a mí.
La salude con frialdad,
no quería aceptar
que por dentro ardía.
Su sonrisa me llevo
al pasado una vez más.