23 sept 2008

“Confesiones de un Poema Moribundo”



Por que no hay mas poetas,
cantores y profetas?
Que médicos, abogados
y letrados.
Quizás por que ya,
muchos no sueñan,
más allá de lo normado,
quizás por hay quienes cuentan
lo que sienten, fuera de su
horario de trabajo.

No existen los magos,
no esta la sombra del hidalgo,
solo hay restos de mentiras,
escondidas en el alma,
mientras se viven, la vida acomodada.

No hay quien levante la espada,
por aquellos que en pos de mundos
anclados, bajaron la guardia,
mi caballo, ya casi no cabalga,
se canso del galope,
la noche que mate al quijote.

No tengo sueños,
pocas son mis esperanzas,
ya sin corcel,
sin espada
y sin alabanzas,
deje mi traje,
de poeta,
colgado en algún cuerpo,
hace un millón de años atrás.

Por mas que quiero,
no logro recordar,
el último beso de amor.
Por mas que quiero,
escribir algo más,
pero no soy yo quien escribe,
son mis pecados pasajeros,
tan llenos de miedos
y no satisfechos de bellos sueños.





Dejare algún día de buscar,
Lo que no logro olvidar
y con el tiempo,
un hada deje de vagar
entre mis canas, los cansados dedos
de mis manos,
esta manía de recordar,
como danzaban sus pies,
gracioso caminar, en la desnudes
de su universo astral;

Descubriré en los secretos,
que trae el anochecer,
bajo el roció de un nuevo fruto,
un beso húmedo de amor,
sin calor, sin sabor,
solo un beso de ilusión.

Guardare en el consuelo,
disfrazado de herida,
una hemorragia emocional,
llegara ese día y erguida,
podrás ser dueña de ti.
Sin mostrar falsos dolores,
sin sostener tanta maldad.

Algún día, el viento
Del mar
y el silencio del desierto,
se cruzaran
bajo el cielo que nos quiera
iluminar..
Nuestros ojos
Brillaran,
como estrella fugas.
No diremos nada,
a veces las palabras
Están demás
y otras tantas nos suelen condenar.

Los pétalos de tu amor,
esparcidos quedaran,
en el jardín de la nostalgia,
flor natural,
que el amor me niegas
sin vacilar.





Quien sabe, donde el andar nos llevara,
pero ya emprendimos camino,
Sin control sobre los escritos.
Saber lo que es amar,
entre los brazos de tu caridad
o amar de verdad
entre los labios de su bondad.

Solo el destino sabrá,
si moriré como muchos
o en alguna forma especial,
espero morir bajo el fusil,
de quien no sabe lo que fui
o en el desprecio
de quien no supo entender,
lo que quise decir.

Dejare que al final
la vida decida
lo que ha de ser mí.
Dejare que el andar del tiempo,
marque su sincrónico recuerdo,
Sobres los pasos que di
y olvidar el placer
de saber lo que fui,
en la efímera existencia de mí.

Quizás un camino hay,
más allá de mis fronteras,
tomare mi morral
y partiré sin decir nada,
en busca de esa estrella,
de una nueva esperanza,
en un nuevo país, en otra ciudad.

Mi poder es poco,
y mi deseo es el límite,
de lo que un día
fuiste para mí,
solo queda levantar la mirada
y partir en busca de la eternidad,
del amor o la esperanza olvidada.





Los amores pasajeros,
se perderán, bajo el frió invierno,
dentro de los parajes de una vida,
como la luz, se pierde entre las estrellas,
como tanta letra
inútil,
fallece entre mis poemas.

Honores fúnebres,
para la palabra muerta,
que nadie supo descifrar.
Dejare, que lo que el tiempo se llevo,
vuelva todo a su lugar,
bajo la brisa primaveral
o en los rayos del sol otoñal.

Quizás pueda olvidar,
lo que nadie supo recordar,
una historia de amor,
perdida en perfume de tu piel,
bajo mis sabanas de papel.

No habrá rencor en el camino,
solo olvido y soledad,
mi huella sus huellas,
poco amor, mucho que soñar.

Por que temer?
Para que odiar?
Si la vida es corta,
Solo queda emprender
destino, a paso raudo
Con rumbo fijo.
Lo más pronto, para llegar,
rápido a ningún lugar.

17 sept 2008

"Petalos Temerosos De La Dulzura"




Es la mujer que se presenta
con su sonrisa de niña
sus ojos curiosos
sus gestos de dama
es la flor sin cultivar que nació en la sequedad
de la vida lejana
es ella tan dulce pero temerosa
viene bailando
danzando en el viento bajo las nubes
sobre las olas
como una brisa curiosa
que inunda mis sentidos


es ella que se esconde
en el bosque
de mis sueños olvidados
la miro atento le tiendo mi mano
le digo juega una ronda
entre mis brazos
baja la mirada
suspira profundo
es una rosa temerosa
que no desea ser deshojada
ven dulce niña
déjame descubrir la mujer
que escondes tras esa mirada
déjame amarte en vista
al futuro
olvida en mis labios
el pasado que nos acongoja
nos aprieta el alma
y nos vuelve el corazón
frió como hielo de invierno


déjame descubrir
en la calidez de tu madura vida
lo que no deseas mostrar
déjame ser yo
quien decida
si puedo morir entre tus brazos
o simplemente soñar.

13 sept 2008

"Quijote"


Caballero de hidalga figura,
galopante de sueños,
con su fiel escudero,
recorriendo el infinito
Mundo,
de ilusiones y penas.

Caballero de triste andar,
con tu espada al cinto,
sin saber donde llegar.
Dulcinea no ha asistido,
a la cita en Gibrar.



Escudero acongojado,
que tras su amo,
va dejando las lágrimas.
Recogiendo los pedazos,
del corazón del hidalgo,
que escurren por la manga
Y se deslizan
bajo el filo de la espada.

Ya no hay gigantes
en el desierto,
remolinos de papel
sobre la cama.
La muerte,
se viste de sabana blanca.

La noche
que parte en retirada,
se lleva la gracia,
apaga la vida.
El caballero de triste mirada,
galopa en busca del mañana,
Sancho observa a la distancia.
Cierra sus ojos,
besa su cara.
La noche se marcha
La vida se apaga.





3 sept 2008

"Soñe que soñabas conmigo"



Soñé que soñabas conmigo,
con los ojos cerrados,
tu boca abrazada a mis labios,
mis manos acurrucadas entre tus pechos.

La noche fue eterna,
en cada latido
de nuestros sentimientos,
la vida era plena.

Soñé que llegabas a mí,
con tu encaje de rosas,
con tus pechos, pétalos
tersos,
suave carmín

Te abrazabas a mi cuerpo,
yo me entregaba a tu sueño.
Nos besamos, con deseo,
placer completo
de nuestros sentimientos.




La mañana llego, desesperada
jadeante, excitada,
colapsada de tanto amor,
entre las sabanas.

Fue tarde, con un beso
una caricia robada de otro tiempo,
un café en la cama,
dulce azucarado,
como tu cuerpo, cada madrugada.

Fue noche,
la respiración acalorada,
tu cara en mi pecho,
mis manos en tu espalda.

Un beso de despedida,
un adiós definitivo
a las penas acumuladas.
Un beso de bienvenida,
una caricia que inquietaba.
Una nueva vida
me sonrió, cuando te soñaba.