26 oct 2007

"Ausencia"



En el frió, de la ausencia
que me he ganado.
Las horas son un recorrido,
por el infierno.
El camino ausente, de sentimientos,
se nubla y se pierde, entre lamentos.

Estoy, en el punto de partida,
en el mismo, sentido del camino,
pero al otro lado, del espejo.
Que esta roto, por el peso
del sufrimiento.


Me aleje, me fui mil veces,
de tu lado.
Me distancie, de tus sentimientos,
de tu tristeza y tu sufrimiento.

Me aleje tanto, que no repare,
en ver que estabas sola,
temerosa y desconfiada,
mirando en silencio.

Que difícil es, el camino de la ausencia,
un sendero largo de momentos,
una senda de miedos,
un paisaje plagado de recuerdos.
De tu llanto que desgarra,
de tu risa que fue mía,
de mil besos
y eternas caricias.

Ya mi mente, no razona
y el corazón se debate,
entre vivir sin tu amor
o morir en sus lamentos.


Se que es tarde, que no hay
Tiempo;
será cosa del momento y
de otras situaciones,
para que tus sueños,
tengan, nuevos sueños.

Para que tus labios,
calmen su sed, en otros labios.
Para que tu cuerpo,
aplaque la frialdad de este
Tiempo,
en la tibieza tierna, de
otro cuerpo.



¿A dónde van, tus besos?
Volando como mariposas,
en la brisa, de otro sueño.
¿A dónde van, tus caricias?
Como semillas, por el viento,
para germinar, en otro cuerpo.

¿A dónde van, tus sueños?
Navegando en los ojos,
de un nuevo sentimiento.
Protegiéndose en el cuerpo,
de nuevos tiempos.

¿A dónde va tu amor?
Danzando, entre los brazos,
de otro corazón.
Viviendo, en la ternura,
de la que será, vuestra canción.

¿A dónde va el recuerdo?
¿A dónde quedara guardado?
¿En la memoria del silencio?
o
¿En un rincón del corazón?


20 oct 2007

"Heridas del Alma"(2)

“Destierro al Dolor”



Luces de colores, viajando por el tiempo.
Luciérnagas enviadas, desde el cielo,
que se anidan, en mi pecho.
Toman forma, logran esencia,
sustancia de cuerpo, sentimientos,
de amor paterno.

Roció de frescura, traducido
en mis hijos, sueños cumplidos.
Saetas liberadas, desde mí ser,
en busca del espacio infinito.

Hoy los veo, están mudos,
tranquilos, soñando en fantasías,
Juegos y travesuras,
que no alcanzare a comprender.



Hoy les doy, el último beso,
el más duro, el más terrible.
Un beso, que es silencio,
frialdad incomprensible.

Los visto, como cuando
llegaron a mi vida.
Los acaricio, los cobijo en mi pecho,
como si fueran, bebes recién nacidos.

¡No me quiero, separar de ustedes!
¡No deseo quedarme aquí!,
mientras, mi vida emprende, un camino
distinto.



Pero la mano, incoherente de quien, les dio la vida.
Les quito, la energía, ya no brincan, no ríen,
no muestras sus éxitos,
y no hay silencio, en la derrota.
No corres tras una pelota.

Hoy los llevo a su última morada,
Junto a ustedes, va su amiga
Que, en un momento, de in cordura.
Fue mi mayor enemiga
Pero ella, como ustedes, ya no esta
Para reproches.

En una noche, poco feliz, para ella
y mutilante, para mí,
Decidió, que lo mejor era morir.


Y yo quedo aquí, sin saber a donde ir.
En medio de la nada, de esta vida.
Viviendo, en la tortura de estar
Y no ser, el padre que soñaba.

¿Por que ella decidió por mí?
¿Por que ella me quito la vida,
dejándome aquí?
Un padre, no entierra a sus hijos,
no esta bien, no es correcta,
la vida así.

Mis ojos se deshacen,
en lágrimas saladas.
Que secan el alma,
y arden en mis heridas,
que ya son miles.

Cuantos, Padres, cuantas Madres
Cuantos Hijos, aun faltan,
que tengan que cargar las heridas del alma.


" Juana La Loca "



Cuentan mis abuelos,
que en la casa de fantasmas, en una esquina olvidada.
Vivió una mujer hermosa,
todo el mundo la llamaba Juana.

En la mitología, de mi viejo barrio,
Juana es un cuento obligado,
muchas leyendas, se ungieron en sus ojos gastados,
muchos amores, se consumieron, en su corazón solitario,
muchos misterios, se marcharon junto a su cuerpo arrugado.



De los que aun habitamos, este cosmos inmenso,
que es mi barrio,
pocos tuvieron, la fortuna o la osadía,
de conocer de Juana sus secretos.
Yo y algunos niños, de aquel barrio tan anciano,
es cuchamos sus cuentos, sus vivencias, sus palabras añejadas.
Por el pasar del tiempo.

Ella no era de temer, no es una historia de terror,
lo que les cuento.
Era una anciana buena, sus ojos azules como el cielo,
sus labios, de un rojo intenso,
su piel marcada, por el pasar del tiempo.
Sus manos temblorosas, agotadas por el sufrimiento.
Aun en esos momentos, se daban tiempo para compartir,
el cariño de sus dedos.


No fue siempre una anciana,
no fue siempre, una mujer extraviada.
Algunos dicen, que cuando joven, fue una mujer hermosa,
una rosa, que se cultivo en el tiempo.

Ciertamente de ella los hombres, se enamoraban
y frente a ella, el amor se arrodillaba.
Un día un hombre.
Una mirada, una sonrisa cómplice,
un beso fugas,
un pétalo de rosa,
suspendido en el viento,
de la pasión audaz.




Un compromiso, de amor eterno, puro y sincero,
que arrebato la noche, de los pecados humanos.
Un día, él ya no estaba,
en otro cuerpo navegaba.

El amor de Juana,
se desgarro en lamentos, en lagrimas,
tan inútiles, como el sufrimiento.
Su amor, se extravió en el frío mar del desamor.




Su alma, se perdió en el universo, de la sin razón.
Todos la llamaron, Juana la Loca.
La que enloqueció de amor.
Yo aun la recuerdo, con su vestido blanco,
el ramo en las manos,
sus ojos azules, en la esquina de mi barrio.


5 oct 2007

" Manifiesto "



Desde el infinito eterno del universo,
Mis ojos te miran, en la distancia,
De los momentos no vividos.
Entre nosotros, no hubo un adiós,
Faltó un beso de despedida,
Una lagrima de ternura,
Que escapando del esplendor de nuestros ojos,
Acudiera en la despedida de nuestras almas.
Todo fue tan brusco,
Tan lejos de la sensibilidad,
Que a veces trasunta el espíritu y el cuerpo
De la humanidad.

Ya muchos me han olvidado,
Para algunos, quizás solo seré el recuerdo idealista,
De un mártir caído, en el espíritu de la lucha combativa,
Pero para ti, mi compañera,
De antes de ese tiempo, que aun no vivíamos,
Que cuando niños, jugando a ser grandes,
Tú eras mi esposa y yo tu amante marido.
Cuidando y arrullando a esos hijos de la fantasía,
Que en minutos tan largos, como la existencia misma
Descubríamos la vida.


En esta distancia, que para algunos, será muy fría
Y para otros quizás, un justo castigo.
El amor, que nos profesamos un día,
Va dando frutos de vida.
Ciertamente ya no somos niños,
Mi cuerpo perdido en algún lugar,
Del infierno terrenal, de quien extermina,
Lo que no alcanza a entender.
Se ha vuelto polvo,
Fundiéndose con la tierra, que una vez defendimos.

Las nieves del tiempo, han cubierto tus cabellos
Y cada uno de ellos, es un momento de vida
De alegría, de pena, de dolor y de dicha;
Que en la cercanía de nuestro amor,
Siempre hemos compartido.


Desde la distancia remota de mi presencia etérea,
Quiero entregarte mi mensaje,
Un homenaje a tu fuerza a tu valor a tu entereza,
Un homenaje de alegría;
Que no se extingue en la vergüenza,
De quienes nos han separado,
Una razón de muerte,
Un motivo de vida.

De tu lucha valiente en el mundo que no te comprende,
Mi espíritu se regocija,
De tu amor de madre, mujer,
De incasable combatiente,
Mi lucha se enaltece.
Desde mi brutal partida
Mis labios, no han dejado de sentir tus labios,
Mis manos, llevaran por siempre,
El dulce aroma de tu cuerpo,
La suave tersura de tu piel;
Curtida en el tiempo, por el trabajo y tu lucha fiel.




Desde la distancia de este tiempo, que no es eterno,
Desde este mundo, que no esta aislado, asesinado o exiliado
Por que tu amor, no ha permitido, que me aleje de tu lado.
Quiero reabrir mi corazón, acudir a tu encuentro,
Después de tantos años.
Recibir tú esencia, en el seno de mis sueños,
Acompañar tus pasos, por los pasos de mis sueños.

Volantines de libertad,
Que en la candidez, de nuestra juventud,
Encubramos por los cielos,
Con la esperanza de un tiempo nuevo,
De un mundo justo, de un cielo nuestro.




Se que no ha sido fácil, Para ti
Que quedaste ahí
Agobiada por la pena, de no poder decir,
Lo que hubieras querido decir, en el momento del a dios pasajero,
Se que no te ha sido fácil vivir,
Que en mas de un momento, bailabas a solas,
Soñando que tu alma, danzaba al ritmo de mis manos,
Que aferradas a tu cuerpo,
Te guiaban, entre notas de melodías y sentimientos.

No fue posible un adiós, amor de mi vida,
Pero no era necesario, por que aunque tu no hallas partido,
Por el tortuoso camino de mi cuerpo;
Lo nuestro, no tiene despedida, por que lo nuestro
Siempre será eterno.



4 oct 2007

" Muere La Noche "




La vida, se llena de momentos.
Espacios vacíos,
que se nutren de sueños.
De amores eternos,
en silenciosos recuerdos.

Recuerdos, de lugares lejanos,
en el filo, de la noche.
Una luna semidesnuda,
se cubre, pudorosamente,
con un manto de nubes.
La miro a lo lejos,
miro su pálida figura.
Tierno reflejo,
de mejores momentos.



Sigo mi camino, por callejones oscuros,
en la frialdad, de la penumbra.
A lo lejos, escucho la música,
de la ciudad, que se resiste a morir,
como mi alma, se resiste a vivir.

Los lamentos eléctricos, de una guitarra,
quiebran el silencio sepulcral,
al son de un rock, antiguo,
andrajoso y gastado,
como mi propia humanidad.


La calle, resbala bajo mis pies.
Es culpa, de la humedad nocturna,
de esta brisa, noctámbula,
que mece los sueños,
de los pocos, que pueden soñar.

Una lluvia suave, frágil, imperceptible,
cae sobre mis ojos, que adormecidos,
palpan, el amargo sabor del final;
De una noche, que fue inmortal
y palideció, en su propia eternidad.




Me cuesta seguir mis pasos,
me siento, cada minuto, más ausente de mí.
Sumergido, en el silencio de mí ser,
muy lejos de aquí, entre recuerdos.

Recuerdos, de caricias ausentes,
de labios de mujer,
con sabor a noche sin fin.




La noche ya se va,
la luz, se contrae, con su oscuridad.
La poca cordura, que se resiste a morir,
se va, con los últimos colores, de mis sueños.
Dejando que, sicóticas gárgolas, se adueñen
de ellos.

El jardín de sueños, es un infierno.
La rosa, que le dio sustento,
esparció sus pétalos,
suspendiendo, el tiempo.
Una herida, esta abierta.
Es real y se desangra,
entre los multicolores
pliegues, de mi cansado andar.
Una herida artera, que me quema
y me desangra.
Pero que no dejare sanar.




" Espacios Vacíos "


Calles vacías, gente ausente,
Miradas inquisidoras,
De almas en pena,
Que día a día, arrastran sus cadenas,
De miedos sangrantes.
Heridas arteras,
De sus propios demonios,
Que rasgan las telas.
De los momentos vividos.

Vivencias lejanas,
Sentimientos eternos.
Vidas pasadas,
De recuerdos venideros.
Esparcidos, por el viento,
Como pétalos de sueños.

Donde estas?
En que lugar de la nada,
Me escondo.
Entre los pliegues, de mi alma
Te pierdo.
Anidando en mis sueños,
Estarás como un deseo,
Eterno de mi imperfección.


Un sentimiento, una sensación.
Un impacto,
Un suicidio colectivo,
De todas mis humanidades.
Ya no hay música, ya no hay,
Danza y magia.
La vida, se va apagando.
Lentamente en la tristeza. De la mirada.

Soy culpable, de no saber amar.
Soy culpable, de tener mis miedos.
Soy culpable, de mis incoherencias,
Y en
el fuego de mis recuerdos,
Dejar pasar, la vida como un sueño.

" Angel De Venganza "



La noche se aproxima por el callejón,
Un criminal, un asesino, un animal;
Que no existe, no es verdad, ni es mentira
Busca refugio entre la oscuridad.

Del telón, de negrura, de la noche fría,
Su imagen se materializa.
Su tacones de pasó rítmico, rompen la humedad,
Del pavimento frió.
Una mujer, mira desde su ventana,
Su andar calmado, sus ojos
De ira, de venganza asesina.

Es el ángel de la muerte;
Que viene por mi vida.
Su color de muerte,
Es el color perfecto, para mí.
El filo de su espada, brilla
Bajo la palidez de mi mirada.


Petrificado estoy, ante su mirada
De hielo, sus ojos me hechizan.
El miedo se apodera de mis sentidos,
Corro, por calles vacías,
Buscando huir de el encuentro,
Que ya esta presagiado;
En el libro, de mi existencia efímera.

Bajo los faroles de neon,
Corre tras de mi.
Busco un lugar, un escondite.
Despertar de esta pesadilla.
Su cabellera al viento,
Su espada, zumbando por los aires,
Es presagio de lo escrito.

El filo de metal, rasga mis sentidos,
Me arrebata, la poca cordura,
Que va quedando.
Cierra mis ojos, apaga mis oídos,
Mi voz enmudecida.
Los latidos de mi alma, se escapan,
Por la rasgada tela, de mi cuerpo.

Caigo rendido, ya no hay razón, para huir más.
El ángel de la muerte, se aproxima.
Me mira, me acaricia,
En un beso, arrebata el aliento de mi vida.
No es un asesina, tampoco un criminal,
Es un ángel de venganza.



Estoy del otro lado, de la oscuridad.
En lugares lejanos.
Lance el amor, fuera de mí.
Deje escapar la vida, por la ventana,
Ya no hay colores, aromas, ni emociones.
Solo un pálido gris, razonablemente coherente.

Una manera extrema, de morir,
Sin dejar de existir.
No pido ayuda, la voz no alcanza,
Para pedir.
Estuve mucho tiempo fuera,
Por años, que fueron siglos eternos,
Que olvide, como vivir;
En estos mundos, que resultan,
Extremadamente cuerdos.

Me quedare, en esta línea;
Entre la vida y la muerte.
Quizás, para eso, debo estar aquí.
Ser el guardián, del ángel de la muerte.


El amor, anida en un lugar muy lejos;
Sobre mis pequeñeces.
Mejor estaré aquí abajo.
Como debió ser, como tendrá que ser.

Juego de letras, de palabras,
Que enmudecieron, en el extremo, opuesto de mí.
Que trajo un sentido, ilumino mis noches sin fin.
Cerré los ojos y con ello me cerré a vivir.
Mi mundo, se apago enseguida,
Como poco a poco, se apaga la vida.
Dejando atrás, lo que estaba, en un futuro distante.

El filo brillante de la espada, del ángel de venganza;
Cierra mis ojos, me lleva abajo, cierra mi mente.
Muchas cosas quedan atrás, las emociones,
Sentimientos latentes, de mejores momentos.
Tengo que escapar, ocultarme de su espada,
La angustia me hiela, me acobarda,
He visto su cara,
Aunque ella, nunca estuvo en la calle.
Tanta cosas malas, hice de mi vida,
Que hoy, me cuesta creer.

Pero no puedo salir,
Aquí estoy, en la línea.
Que me deja, entre morir
y vivir, lejos de la nada.