24 ago 2008

"En el Jardin de Mis Sueños"




Al bosque encantado llego
El señor del tiempo
Con sus pasos ajustados
Camino hasta la orilla del lago

Largos momentos
Mirando en silencio
El tic-tac de su reflejo
Que jugaba en el agua

Entre las copas de los árboles
Se habría paso raudo
Desde el sur llegaba
El señor del viento

Se acerco como un torbellino
A la orilla del lago
Para refrescar sus remolinos
En las frescas aguas
Del lago encantado





La dama de las aguas
Cariñosamente cubría
Su frondosa cabellera
Con la espuma de las olas
Que entre los remolinos jugaban

Levanto su cabeza
Y observo la otra orilla
Donde el tiempo meditaba
Con la mirada perdida

No es mi amigo
El tiempo el que esta ahí sentado?
Pregunto a la dama del lago
Si, hace un rato ha llegado
Respondió esta con gentileza

Perdón mi dulce dama
Semejante descortesía
Permítame saludarla
Con una brisa calida.
Le dijo con galantería,
como no aceptar las disculpas,
de tan galante caballero.
Le dijo ella abrumada.










Será mejor acompañar
A mi amigo solitario
Que paciente nos espera
A la otra orilla del lago
Dijo el viento
Ofreciendo su brazo
A la dulce dama de las aguas

Que gentil mi buen amigo
Un honor acompañarlo
Y le invito compartamos
Esta hola de espuma blanca





Axial el viento y la dama
Partieron al encuentro
Del tiempo que los esperaba
Deslizándose por las olas
En un carruaje cristalino de agua

Que tal viejo avaro
Tu siempre tan puntual
Saludo el viento al señor del tiempo

El tiempo que contaba
Las arenas de su reloj
Lo miro sin gran emoción
Mis negocios
Son muy importantes
no puedo perder siquiera un momento
Respondió pausando las palabras





Por la naturaleza de tus negocios
Tan importantes
Es que siempre tras de ti nos tienes
Corriendo
Un día de estos
Debieras considerar
Darnos una pausa
Para disfrutar de los sueños
Y los momentos
Que ya partieron..






Mejor no hablar de negocios
Por que no me presentas
A la bella dama que te acompaña
Dijo el tiempo.

Disculpa querido amigo
No se donde han quedado mis modales
Seguramente los he perdido
Junto al torbellino y los huracanes
Permítame presentarle
A roció dulce de agua
Ella es la gentil dama del lago



Una ardua jornada
El tiempo ve coronada
Ante la sublime belleza
De la reina de las aguas
Dijo justo al momento
Que con una reverencia
Le saludaba

La dama agradeció
A tan gentil caballero
Mientras lo invitaba
Junto al viento
A compartir el te
En la tarde que asomaba
En el horizonte del lago

Dispuestos se encontraban
A tomar el te
Junto a la rivera de las aguas
Cuando las alas de un Pegaso
Asomaron por la montaña



La dama de la noche
Llegaba escoltada
Por una corte de errantes cometas
Y estrellas de plata

Descendió de su carruaje fugas
Y acercándose a roció dulce de agua
Le saludo con alegría
El viento tan inquieto
Salto del asiento.

Y dijo al instante
Una reunión perfecta
Con su encantadora presencia
Misteriosa y coqueta.



Haciendo una reverencia
Saludo a la noche que llegaba
Mientras el tiempo refunfuñaba
Entre el hoy y el mañana

Junto a ellos también llegaron
La reina de las hadas
Un roble legendario
Emisario del bosque encantado
Y la musa de los sueños
Que habitaba en las cumbres
De las mágicas montañas

Por un instante la realidad
Quedo olvidada
Y en el jardín de mis sueños
La fantasía de fiesta estaba

"Desnuda"


Me pides que llore tu desamor,
quieres ver lágrimas de dolor,
en mi rostro gastado por los años.

Me pides, que sufra la lejanía
de tus sentimientos
y yo te miro,
en silencio, implacable, frió
Como tu corazón,
no puedo llorar por tus culpas,
no pidas que sufra, por lo que no soy culpable.



Déjame seguir en mi camino,
tú decidiste quedarte a un lado del destino,
no es amor, lo que sientes por mí,
acéptalo como yo lo he comprendido,
tu solo fuiste en mi vida,
un verano, un invierno
como otros que ya he vivido.

No supiste ver más allá de tu egoísmo,
Sintiéndote deseada,
Sin ser de nadie, sin sentir nada.




Yo he dejado tus caprichos,
poco a poco he olvidado
la sonrisa de tu rostro,
tu cuerpo desnudo en mi cama
y tu silueta cuando danzabas.

Ya se apago el deseo,
deja que todo continué,
tú con tu vida,
yo seguiré mi camino,
como un aventurero
con mis propios sueños.



Tal vez cuando pasen los años,
nos demos cuenta, que algo bueno
nació de todo esto,
pero hoy no es momento,
para gritarnos a la cara
y llenar el alma de despecho.


Cada cual sabe lo que lleva dentro,
vive con tu equipaje,
que yo sabré vivir, con el que llevo.

No sigas falseando el sentimiento,
De nada sirve la comedia,
no más reproches en mi cara.
Sal de este cuarto, que una vez compartimos,
por que necesito ventilar,
el aroma de lo que fuimos.

No manipules
Las cosas buenas que vivimos,
Los sueños que compartimos.
Dejemos lo demás en el recuerdo,
Guarda el discurso de elegante dama,
Para otro acompañante pasajero.



17 ago 2008

"Erothika"

“No hay mañana, no existe el ayer”




Amarte es mi deseo de lujuria,
el placer de ser.
Perdido en mí perecer,
que la brisa de tu cuerpo,
estremezca lo que queda de piel.

Besarte, en el vuelo de mis caricias,
hasta perderme, en los poros de tu piel.
Como una estrella furtiva,
se pierde en la noche, antes de amanecer.

Seducirte, con frases poéticas,
como un amante infiel.
Penetrar tu mirada
y temblar de placer,
el tiempo no existe,
no hay mañana,
no existe el ayer.





Secuestrarte, en medio de mis sueños,
cultivar en tu piel, todos mis deseos.
Dejar mis huellas, en todo tu cuerpo.
Escribir una historia de amor,
con mis dedos,
en cada rincón de tu piel.

Sígueme en este viaje,
sube en mi carruaje,
el cochero nos guía
rumbo al placer.

Lleva mi nombre, en tu aliento,
mariposa de papel.
Quiero ser un beso,
navegando en tu piel.
Encendiendo tus sentidos
hasta enloquecer,
los gemidos de la noche,
los suspiros de amanecer.


Calma mi amor,
seduce mi lujuria.
Apaga el fuego mi alma,
con la frescura de tu boca.
Limpia todas mis lagrimas,
con la seda de tu dulzura.






“Caminos cruzados”



Por la ladera del camino,
un asesino sin moral.
Toma rumbo a su morada,
por la senda lateral.
Su inocencia se paseaba,
dulce niña que jugaba,
entre la noche y la mañana.

La bruma densa de la ruta,
ocultaba sus caminos,
que lentamente se cruzaban,
en el borde del río.

En el horizonte del bosque,
al filo de las aguas
sus ojos se encontraron,
fue mas que una mirada,
no sabían donde estaban.

Viajaron en compañía,
entre sueños y frases robadas.
Por el camino de la empedrada
jadeos que indicaban,
el norte de caricias ansiadas.



La noche les sorprendió,
entrelazados con un beso
Y una estrella,
que desde el monte
les observaba.

Ya entrada la madrugada,
los húmedos suspiros,
de la olas del río.
Que bañaba sus cuerpos,
el orgasmo, de la luna enamorada.

La luna se encamina,
al fin del mundo, mas allá de las montañas,
ella les susurra una obscenidad,
ellos le sonríen con un beso,
montura indomable, sobre dos cuerpos.

Las horas, avanzan apasionadas,
entre caricias tibias y labios de fuego.
Un jinete fugitivo
cabalga ardiente, en su deseo.
Grito que araña la madrugada,
hoguera que quema en sus entrañas.
Caricias que vuelan,
como luciérnagas,
penetran en la humedad
de sus almas.



Ya la noche se agotaba,
en el río la espuma asomaba,
sobre los pechos de la dama
la boca de su amante la secaba.

La bruma de otra mañana,
cubre el camino.
Un asesino sobre su cuerpo,
colmado de deseo.
Un orgasmo de sentimiento
los transporta a otro tiempo.
Dos cuerpos a la orilla de río,
los baña el sol de la mañana.
Dormidos ya se encuentran
el amor, la pasión
Y locura enajenada.





"Sonrisa de Sirena"



Cae la noche en el pacifico mar,
un delfín huérfano,
en medio de la oscuridad.
Las sombras de la tempestad,
un naufrago, en medio del temporal.
Ambos sin salida,
envueltos en el ojo del huracán,
reunidos en medio del mar.

La fuerza del viento levanta,
muros de agua, tiembla
el océano, teme el alma.
La noche no acaba
a paso lento, lerdo andar
que arrasa en la oscuridad.

De pronto, un errante caballero,
se habría paso, entre los muros
de algodón.
Con su dorada armadura
Combatió, contra el implacable temporal
y su espada de luz solar,
se reflejo en el mar.




Sobre este mar de impaciencia,
que suele ser mi vida.
En este océano silencioso,
que su amor calla
y su nombre olvida,
tímidos rayos de luz,
van entibiando las frías aguas.

De algún lugar una brisa,
una respiración de suave vida,
sobre las olas de la mañana,
tu sonrisa navega sobre las aguas.



Calidos rayos de luz
y buena venturanza,
entibiaron las frías aguas.
Un soplido esperanzador,
tu amistad dorada brisa,
reflejada sobre el inmenso mar,
y la pena se transformo en gaviota
volando entre las nubes,
perdiéndose en el azul cielo,
que lentamente despejaba
la tristeza de esta mañana.

Y me encontré con tu ser,
una amistad sincera,
una mano fraterna
y navegando por el mar de los zargasos,
entre la pena y la tristeza,
encontramos
la mejor corriente de todas,
la corriente que nos deja navegar
en el mar de la amistad.



Hoy nuevos vientos soplan,
en este océano que son nuestras vidas
y las olas
llevan lo que queda de nosotros,
despojos de alegría, los restos
de otra vida, que no era verdad
y no existía.
En playas distintas naufragamos,
tu con tus recuerdos
Yo con un sueño hecho pedazo.

Pero la brisa de mar
es sanadora,
como la frescura de tus labios
en mi boca.
Las heridas cicatrizan, en la sal del océano,
como se rehace el alma,
en la dulzura de tus sentimientos.

Ya cae el sol en el horizonte
de tu océano, romántico
anuncio de nuevos momentos.
La luna asoma en el borde del agua,
con su encaje negro
de estrellas color plata.
Ya el día termina
y todo es pasado en nuestras vidas.
La oscuridad que cubre
la isla que nos cobija,
nos libera del mal y de las penas,
que de apoco entre caricias,
lentamente se olvidan.