17 ago 2008

"Erothika"

“No hay mañana, no existe el ayer”




Amarte es mi deseo de lujuria,
el placer de ser.
Perdido en mí perecer,
que la brisa de tu cuerpo,
estremezca lo que queda de piel.

Besarte, en el vuelo de mis caricias,
hasta perderme, en los poros de tu piel.
Como una estrella furtiva,
se pierde en la noche, antes de amanecer.

Seducirte, con frases poéticas,
como un amante infiel.
Penetrar tu mirada
y temblar de placer,
el tiempo no existe,
no hay mañana,
no existe el ayer.





Secuestrarte, en medio de mis sueños,
cultivar en tu piel, todos mis deseos.
Dejar mis huellas, en todo tu cuerpo.
Escribir una historia de amor,
con mis dedos,
en cada rincón de tu piel.

Sígueme en este viaje,
sube en mi carruaje,
el cochero nos guía
rumbo al placer.

Lleva mi nombre, en tu aliento,
mariposa de papel.
Quiero ser un beso,
navegando en tu piel.
Encendiendo tus sentidos
hasta enloquecer,
los gemidos de la noche,
los suspiros de amanecer.


Calma mi amor,
seduce mi lujuria.
Apaga el fuego mi alma,
con la frescura de tu boca.
Limpia todas mis lagrimas,
con la seda de tu dulzura.






“Caminos cruzados”



Por la ladera del camino,
un asesino sin moral.
Toma rumbo a su morada,
por la senda lateral.
Su inocencia se paseaba,
dulce niña que jugaba,
entre la noche y la mañana.

La bruma densa de la ruta,
ocultaba sus caminos,
que lentamente se cruzaban,
en el borde del río.

En el horizonte del bosque,
al filo de las aguas
sus ojos se encontraron,
fue mas que una mirada,
no sabían donde estaban.

Viajaron en compañía,
entre sueños y frases robadas.
Por el camino de la empedrada
jadeos que indicaban,
el norte de caricias ansiadas.



La noche les sorprendió,
entrelazados con un beso
Y una estrella,
que desde el monte
les observaba.

Ya entrada la madrugada,
los húmedos suspiros,
de la olas del río.
Que bañaba sus cuerpos,
el orgasmo, de la luna enamorada.

La luna se encamina,
al fin del mundo, mas allá de las montañas,
ella les susurra una obscenidad,
ellos le sonríen con un beso,
montura indomable, sobre dos cuerpos.

Las horas, avanzan apasionadas,
entre caricias tibias y labios de fuego.
Un jinete fugitivo
cabalga ardiente, en su deseo.
Grito que araña la madrugada,
hoguera que quema en sus entrañas.
Caricias que vuelan,
como luciérnagas,
penetran en la humedad
de sus almas.



Ya la noche se agotaba,
en el río la espuma asomaba,
sobre los pechos de la dama
la boca de su amante la secaba.

La bruma de otra mañana,
cubre el camino.
Un asesino sobre su cuerpo,
colmado de deseo.
Un orgasmo de sentimiento
los transporta a otro tiempo.
Dos cuerpos a la orilla de río,
los baña el sol de la mañana.
Dormidos ya se encuentran
el amor, la pasión
Y locura enajenada.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Calma mi amor,
seduce mi lujuria.
Apaga el fuego mi alma,
con la frescura de tu boca.
Limpia todas mis lagrimas,
con la seda de tu dulzura.

Qué puedo decir...limpiar las lágrimas con amor y dulzura...

Atte.
Madam_M