23 abr 2007

ALMA

He buscado escribir algo, que exprese la sensibilidad del alma
He buscado sin razón,
Expresar mis sentimientos humanos...

En la oscuridad de los tiempos, de mis vidas olvidadas
Me he quedado perdido,
En el infierno de mi mirada.
Afanosamente cabalgué, por los desiertos de mi ser
Y en los campos de mis sueños, absurdamente me quedé.
Dejé que el amor pasara y con el dejé a la mujer amada.

Como artesano de los sueños una y otra vez quise renacer
Mas, pésimo alfarero resulté;
Porque ella siempre huía desde el horizonte de mi ser.
En el oscuro baúl de mis días
Mis recuerdos, se fueron diluyendo.
En la fría soledad de mi vida,
Mi amor se fue perdiendo.
Desde la lejana ciudad infranqueable de cristal y acero;
La vida me fue postergando,
Y debo confinar mis sentimientos,
A no ser mas que un recuerdo de tus tiernos momentos.

Hay un tiempo no vivido, en la inmensidad de nuestro tiempo,
Hay un amor escondido, en los recuerdos, de nuestros cuerpos.
A esta tierra tan lejana, he llegado para aprender
En la tristeza de la distancia, lo que es amor verdadero.
En el nido terrenal de tus sentimientos, he conocido
el corazón de Dios,
Mi amor no será, solo un cuento, misterioso y ancestral,
En las raíces de tu tiempo.


No habrá, lluvias de invierno,
Que alimenten, la sequedad de mi alma.
No habrá calor de verano,
Que consuman con los rayos de sol, la pasión de mi cuerpo.
No habrá un sueño, no estará tú voz
Solo un silencio eterno.

Quizás, un saludo pasajero,
Que al cruzar, de nuestros cuerpos
Hagan brillar sin pensar, el reflejo de nuestros ojos.
Símbolos del alma,
Que en la altitud, de nuestra mítica distancia
Solo tu y yo Podemos descifrar.

Sé, que ciertamente, no conoceré la vida en el universo de tu cuerpo
Y que silenciosamente partiré, en las noches de tu recuerdo.
No seré yo, quien señale tu nombre,
Pero no le pidas a mi alma,
Que al momento del adiós, no te nombre.

El símbolo de tu alma,
Va ceñido, al símbolo de mi cuerpo,
El tomo de tu mirada,
Va unido a la forma de mis sueños
Aunque nunca te he conocido, sé que en algún momento te he vivido.
En el frió silencio, del lejano tiempo de mis sueños,
El cálido sentido, de tu alma, me acompaña.
En los ecos de tus palabras perdidas,
En la memoria de mis frases extraviadas,
La figura de tu cuerpo danzara, como rosa, que embellece
El jardín de mis recuerdos.


No fui yo, quien logró explorar, tus misterios
Sin embargo, fuiste tú quien abrió mi alma, al nuevo tiempo.
Mutando entre cada una de tus sensaciones,
Mute, hasta ser, casi un hombre bueno.
La vida nos espera en algún momento,
En este tiempo o en el que vendrá.

Un amor no es eterno solo por que lo decimos;
El amor, no es solo el resultado, de vidas pasajeras
Casuales y domesticas.
Es el conjunto de vivencias
De la evolución del alma, en un momento infinito de tiempo;
El amor es la eternidad, prolongada en la existencia
De nuestra propia, eternidad.

No es la concertación, de carne y cuerpo
Es la entrega de alma y la vivencia de los sentimientos
Es dormir entre las estrellas,
Cabalgar sobre los cometas,
Y ver los soles nacer
En los confines del horizonte del universo.

No hay manera, que no pueda decirte que te amo,
No hay forma, que deje de pensar en ti.
Tu que lees, en la perecedera distancia, que nos separa
Sabes que no miento.
Aunque mi nave, nunca llegue a puerto.
Navegara por los mundos infinitos,
en busca de la belleza de tus sueños y la conmovedora
perfección, de tus sentimientos.

No creo ser un poeta;
Porque los poetas, suelen descubrir los secretos de la luna,
Los misterios del Sol, las Estrellas y el corazón
Yo solo puedo escribir, a la hermosura de tu alma,
Que ha tocado con sus manos de hada encantada, la áspera
Existencia efímera de mi alma.



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