Escribí una canción
que nunca se canto,
tenía letra pegajosa
y rítmicas notas,
pero no encontré
el corazón
que disfrutara su prosa
y nunca hubo amor,
que danzara con sus notas.
Escribí una historia,
tipo tragedia griega
de amores tormentosos
y tortuosas pasiones,
nadie siguió mi narrativa
quizás porque era
una historia prohibida.
Decidí cambiar mi arte,
la música y la literatura
no tuvieron acogida,
tal vez algo visual
para ser un artista medieval.
Decidí hacer un óleo,
una mujer desdudada
del amor.
Una pasión de luz y sombras,
acuarela del olvido.
Tomaba el pincel,
para iniciar mí obra maestra
y recordé que solo era una copia
de otra historia,
una de esas que ya he vivido,
esa que tu has sufrido.
que nunca se canto,
tenía letra pegajosa
y rítmicas notas,
pero no encontré
el corazón
que disfrutara su prosa
y nunca hubo amor,
que danzara con sus notas.
Escribí una historia,
tipo tragedia griega
de amores tormentosos
y tortuosas pasiones,
nadie siguió mi narrativa
quizás porque era
una historia prohibida.
Decidí cambiar mi arte,
la música y la literatura
no tuvieron acogida,
tal vez algo visual
para ser un artista medieval.
Decidí hacer un óleo,
una mujer desdudada
del amor.
Una pasión de luz y sombras,
acuarela del olvido.
Tomaba el pincel,
para iniciar mí obra maestra
y recordé que solo era una copia
de otra historia,
una de esas que ya he vivido,
esa que tu has sufrido.
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