8 mar 2007

"Quiero que sueñes el amor eterno"


Quiero que sueñes el amor eterno,
quiero que puedas vivir en mis brazos,
este querer sincero
Que lejos de todos mis defectos,
corre a la intimidad de tu encuentro.


No creo ser un hombre perfecto,
no sé si he vivido la plenitud de tus sueños,
pero en el remoto sentir de tus placeres mágicos,
yo he cultivado una parte de mi ser.

Las vivencias se perpetuarán,
como efectos sincronizados
de sentimientos.
Sé que tú estás muy lejos en este momento,
pero en la distancia del tiempo puedo transmitirte
mi energía, mi fortaleza y mi fuerza.
No quiero más que eso, que es lo que te puedo dar,
porque no solo queda soñar,
en la tempestad del tiempo.

No sé si hay coherencia en mi discurso,
no sé si coherente pueda ser mi amor.
Pero si no fuera así,
es el amor que siento por ti.

En la espesura de dos mundos lejanos,
prohibidos y cercanos,
cada paso que damos nos aleja más,
cada latido del corazón nos puede unir aun más.
En el infinito de los tiempos, en la humedad de nuestros sueños,
cada sensación, cada razón de vida,
se perderá en los motivos de este tiempo.

No hay que pensar en lo que será
no hay motivo para reservar una vestimenta de gala
para alguna ocasión especial
porque quizás esta nunca se dará.
Solo puedo cultivar en la sensibilidad de mi alma
la sensibilidad de las emociones encontradas
con tu ser
los motivos de vidas
perdidos en otro corazón,
en otra vida.

No puedo concebir el sentir,
sin saber que hay en tu latir.
No puedo liberar mi pensar, sin tu humanidad.
No puedo decir que eres lo primero
porque lo primero no es éxito.
No puedo decir que estas relegada a un espacio de fantasía
de ilusiones y de sueños
cuando tú eres la razón de mi vida.

Solo anhelo llegar a tu corazón,
escuchar de tu voz que quieres que esté a tu lado,
que tu amor me exige algo,
quiero sentirme deseado
que mi presencia, mi alma, mi esencia de ser imperfecto,
puede cambiar el rumbo de lo determinado.
Quiero sentir en tu amor
que soy necesario,
que no solo en la distancia y en frialdad de lo que tiene que ser
pueda existir,
porque en esa fórmula no hay calidez.

Para mi alma que se entrega
a lo que nunca dejo de ver,
un revolucionario idealista,
alimentando los sueños,
de propios pecados.
Ciertamente de ti, me he enamorado
y en este tramo de mi vida de la distancia
de los momentos percibidos,
no hay sueños, no hay esperanzas
no existen los cuentos de hadas
donde todo tiene un final feliz.


No hay comentarios: