Te are con mis cabellos,
de terciopelo,
una manta de pasión,
que te pueda proteger
En tu desnudes,
desde la noche al amanecer.
Une la frescura de tu boca
al fuego de mi deseo,
no me niegues el cáliz
de tus labios
que como un pez es mi boca
en el mar de tus besos.
Hilo telarañas
que atrapan tu corazón,
desde el centro del amor,
va robando tu razón;
tejiendo las madrugadas
en medio de la mañana,
entre cada puntada
brincan los días
en nubes de algodón.
Fúndeme a tu pecho,
prisionera de mis brazos,
que exiliado de tus besos
me tortura el sufrimiento
y atrapado entre tus senos
se libera el sentimiento.
Liberemos en presente,
los miedos del pasado.
Bailemos un bolero
de futuro aletargado,
saltemos del pensamiento
a la palabra,
dejemos de jugar
A las miradas,
Mis manos viajan
bajo de tu falda.
Atemos las dudas,
entre sabanas,
tu espalda desnuda
sobre la cama,
desnudas mi alma
con tu mirada…
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