Comienza el último acto
de esta obra que es mi vida,
he puesto la cara a cada bofetada,
yo soy así, sereno en la derrota,
humilde en mis victorias,
puse la energía necesaria
en cada acto de mi vida
y no acepte un no por respuesta…
Bebí del amor, la única copa importante,
solo una vez y me embriague hasta el fin de mis días,
estuve allá, aquí y anduve por ahí.
Disfrutando de la vida,
no consumí mis días,
en cosas cotidianas,
miedos sin sentidos,
pensamientos sin contenido…
Nunca dude de lo que quería,
abrace mi familia
en protección del mundo hostil
y fui un infierno en carne viva,
para aquellos que no me comprendían…
Te he amado intensamente,
con un fuego que consume las entrañas
y he llorado desde las entrañas,
cada error en su desgracia…
Me estrellado más de una vez con el frio
pavimento y he sangrado por mil heridas,
pero siempre me he levantado,
para seguir dando batalla
a los golpes de la vida…
No me puedo quejar,
cada paso que di fue siempre
recompensado
antes o después de sufrir,
un premio gane…
Sera que un hombre no se construye
de sus triunfos,
se hace grande en sus derrotas,
cuando se levanta y sigue adelante,
sin explicaciones absurdas,
solo se levanta y sigue adelante
y cuando corresponde pide disculpas…
ya no hay nada que decir…
Los recuerdos están ahí,
como nubes de algodón
a la entrada de un circo,
solo son sueños de la nada,
Ilusiones de vida,
construidas en medio siglo,
a golpes y dolores,
muchas más risas y alegrías.
Solo queda por decir,
Que cada instante de la vida
Lo he vivido libremente,
Con más amor que temor,
Con valor y honestamente…
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