Vi la luz en tus
ojos claros
y sin saber me consumí
en el infierno,
de nada valieron
los años,
tu cuerpo
manchado
con caricias
ajenas…
Tu cuerpo se
condena
a la pasión del
pecado,
tu alma
enclaustrada
vive en condena…
Pero quemas mi
piel,
y no se de
condenas,
porque el pecado
mientras mas
quema
vida entrega…
Tu voz me
acaricia,
y tus caricias
llevan cadenas,
el placer es un
alma en pena,
siempre me
pregunte
¿Qué te atormenta?
Yo quien soy y
dejo de ser,
si el mundo giro
a tu favor.
Mi verdad nunca
será,
es como una
mentira
que soñó ser verdad…
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