Fue una noche como muchas,
en que dormir, no podía.
En medio de la tormenta,
de mis pesares
Y mi triste melancolía,
tu luz, me cubrió de flores
Y compartimos un idilio, una agonía.
De allí solo un pasó, para soñar,
para jugar, para amar.
Para la magia encontrar,
quizás tal vez, en la distancia,
tú también me pudiste amar.
Pero el tiempo, fue implacable
y en una nave de tristeza,
me volví a embarcar.
Deje mis sueños tu utopía
Y partí sin avisar.
Es la historia de la vida,
Sufrimiento y agonía.
Son tus sueños y mis pesadillas
de oscuridad y melancolía.
Sin tu rostro, sin tus ojos
y sin tu alegría.
Un rostro, desconocido,
Cuerpo sin descubrir.
Un sentimiento, correspondido.
Un amor, sin permitir.
Eres alma y esencia,
eres mucho y más que todo.
Eres sueño, que me acompaña,
más allá de las distancias.
Eres aliento de mi boca,
eres mi última palabra.
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